Y yendo por el camino, vinieron a cierta agua; y le dijo el eunuco: He aquí agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?  Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondió él y dijo: Yo creo que Jesu Cristo es el Hijo de Dios.  Y mandó parar el carro; y descendieron ambos en el agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó.  Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y no le vio más el eunuco; y se iba por su camino gozoso.