Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su herida somos nosotros sanados.
Isaías 53:4-5
por Ejercito de Amor | Ene 6, 2021